CASANOVA, TODA UNA VIDA: UN LEGADO QUE ILUMINA EL FUTURO

"Casanova, Toda una Vida”: Un Legado que Ilumina el Futuro

Hoy, 10 de julio de 2025, la Institución Educativa Emblemática “Toribio Casanova” de Cutervo celebra con orgullo sus 92 años de vida institucional. No es un aniversario más en el calendario; es la conmemoración de una trayectoria extraordinaria, un testimonio vivo de compromiso con la educación y la formación integral de generaciones de cutervinos, cajamarquinos y peruanos. En sus aulas, miles de estudiantes han encontrado no solo conocimientos, sino también los cimientos para construir sus sueños, forjar su carácter y abrazar los valores que dan sentido a la vida.

Este 92° aniversario se vive con una vibrante agenda de actividades culturales, deportivas y recreativas, que llenan de color y alegría las calles de Cutervo. Sin embargo, la verdadera esencia de esta celebración trasciende lo festivo: es el reencuentro de las promociones, esos hijos del Casanova que, dispersos por los caminos del Perú y del mundo, regresan al regazo de su alma máter. En cada uno de ellos brilla aún la “llama encendida” que se prendió en las aulas casanovinas, donde aprendieron no solo matemáticas, ciencias o literatura, sino también principios de responsabilidad, justicia, solidaridad y un profundo amor por su tierra y su gente

El “Toribio Casanova” es mucho más que una institución educativa; es un símbolo de resistencia cultural y un faro de esperanza. Su historia está tejida con los esfuerzos de maestros y maestras cuya entrega ha trascendido el tiempo, dejando huellas imborrables en los corazones de sus estudiantes. Nombres que resuenan con respeto y cariño, docentes que no solo impartieron conocimientos, sino que moldearon ciudadanos con espíritu crítico, capaces de enfrentar los desafíos de su tiempo con valentía y compromiso. Ellos son los verdaderos arquitectos de este legado, los guardianes de una misión que ha perdurado por casi un siglo.

Sin embargo, este aniversario no debe ser solo un momento de celebración, sino también de reflexión profunda. ¿Está el Casanova de hoy a la altura de su gloriosa historia? ¿Cuenta con la infraestructura moderna, el equipamiento tecnológico y la propuesta pedagógica necesarias para preparar a los líderes del siglo XXI? La respuesta no siempre es alentadora. Las instituciones educativas emblemáticas como el Casanova merecen el respaldo decidido del Estado, con recursos suficientes y políticas claras que garanticen su desarrollo. Celebrar 92 años debe ser una invitación a renovar el compromiso con la excelencia educativa, a exigir condiciones dignas para estudiantes y docentes, y a apostar por una educación que forme no solo profesionales, sino seres humanos íntegros.

La comunidad casanovista —estudiantes, docentes, egresados, padres de familia y ciudadanos de Cutervo— tiene en sus manos la responsabilidad de velar por el presente y el futuro de esta institución. No basta con entonar el himno o evocar con nostalgia el lema “Casanova, toda una vida”. Ese lema debe ser un llamado a la acción, una promesa de compromiso activo para fortalecer el colegio, para defender su legado y para asegurar que siga siendo un referente de calidad educativa. Cada casanovista, esté donde esté, lleva consigo la responsabilidad de mantener viva esa luz que ha iluminado generaciones.

Hoy, al celebrar al Casanova como un “venero sagrado”, reafirmamos su papel como un faro que guía el camino de miles de jóvenes. Que este 92° aniversario no sea solo una fecha para recordar, sino un punto de inflexión para soñar en grande, para trabajar juntos y para garantizar que el “Toribio Casanova” siga siendo un motor de transformación social, un espacio donde se formen los líderes que el Perú necesita.

Porque el Casanova no es solo una I.E: es una forma de vida, un legado que nos desafía a ser mejores, a no dejar que su luz se apague y a seguir construyendo, con orgullo y amor, un futuro digno de su historia.

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