Editorial

DÍA DE LA AMISTAD Y DE LA JUVENTUD…

Pese a todo, tenemos que reconocer no solo en este día, sino por siempre que nuestra juventud tiene su lucha que le embarga, su dignidad que se enfrenta a la vida, su placentero sentir de alegría e ilusionada emoción, en la vida puede cometer errores, pero no puede perder su esperanza, sus anhelos, su energía, su pasión para hacer con optimismo lo bien que sabe hacer.
Redacción RI

 Aunque con muchas restricciones por la pandemia, hoy, por tradición se celebra, en todo el Perú, el Día de la Amistad y de la Juventud y, también, el inicio de la estación de la primavera, sinónimo de vida, de juventud, de sol, aire y color, en una reciprocidad entre la naturaleza y el ser humano como impacto de vitalidad, de ánimo, esperanzas, sueños e ideales. 

En esa analogía, la naturaleza florece mostrando su armonía y la juventud RIADA de energía forja la mejor etapa en la vida humana para hacer todo con optimismo; figuradamente (entonces) la juventud simboliza la primavera de la vida donde se resaltan los valores de los jóvenes y adolescentes con sus aspiraciones, sus metas y sus objetivos.  

Muchas II EE, a través de programas virtuales o con sencillas actividades por las restricciones en la pandemia, destacan el verdadero significado del amor y la amistad, grandes valores que no son subjetivos, sino que están ligados a la belleza natural y a las personas, concepto que hace extrañar a los paseos campestres de otrora matizados de singular alegría y emoción. 

Cuando nos referimos a nuestra juventud, lo hacemos con el mayor respeto que nos inspira esta etapa de la vida, tal vez, la más difícil y la más incomprendida, en consecuencia, requiere de un tratamiento especial que contribuya a hacer de esta gran masa humana algo digno con preferente atención.  

Quienes tenemos la sagrada misión de hacer radio, pensamos y creemos que nuestra actitud debe ser eminentemente formativa debido que, en estos momentos, el mundo se debate en una crisis de valores provocada por la poca valoración al ser humano y se requiere la voz estimulante de los que habiendo surcado un gran trecho de la vida, con la suficiente autoridad para hacer sentir la voz de la experiencia en favor de nuestros jóvenes que no son (como se cree) el futuro del país, sino el vívido presente de la patria. 

Nuestros jóvenes son los permanentemente abanderados de la transformación, de la fe y de la unidad, eso significa que sus aspiraciones a querer ser grandes, pese a las circunstancias adversas, no se les debe truncar su camino. 

En el Perú ser joven, tiene diversos matices y varios significados para esa numerosa población promedia entre los 15 a 29 años de edad que, para su mayoría, ser joven es ser emprendedor porque muestra su espíritu de lucha bajo la inspiración de la fe que mueve montañas, pues siente en carne propio la necesidad de un cambio como norma de vida civilizada. 

Sin embargo, basta solo expresar la palabra juventud, para admitir, indudablemente, sobre el abandono y olvido preocupante de los que sigue siendo objeto, se le discrimina, se le margina y sin darle la oportunidad de realizarse y se le deja a su suerte que, en ciertos casos, opta por otro camino. 

La juventud sufre la indiferencia del Estado y de la colectividad en su conjunto y no obstante que conocen el mal, nada se hace por ofrecer (por lo menos) el bálsamo que conlleve a mejorar la forma de vida de nuestros jóvenes en un mundo tan exigente y competitivo, pues no se les da las herramientas y las armas necesarias conducentes a ese cambio de vida, del que tanto hablamos y reclamamos, y que (aún) no hay resultados inmediatos. 

Otra realidad que no se puede ocultar, la mayoría de jóvenes solo tiene nivel secundario que por razones económicas no puede continuar estudios superiores y quienes lo han logrado, hay un sector que no lo ejerce su profesión y se dedican a otras cosas y, otros, por falta de trabajo forman parte el grueso número de desocupados o subempleados. 

Siendo la educación la puerta que se abre al desarrollo, en nuestro medio, se carece de más centros superiores que permitan nuevas opciones profesionales para estudiantes que egresan de los colegios secundarios… De los políticos y de las autoridades solo se escucharon promesas que levantaron ilusiones que (luego) se esfumaron rápidamente, esa es la razón del bajo el nivel de confianza y credibilidad en las instituciones, en los partidos político, en el Congreso, etc.  

El concepto de los jóvenes sobre los problemas más importantes que le afectan es la falta de oportunidades para acceder a un trabajo, su vulnerabilidad a los males sociales, desde su adolescencia se enfrentan a una serie de retos que el Estado y la sociedad no han podido solucionar hasta la fecha, a pesar del tiempo transcurrido y los esfuerzos empleados, aún no hay políticas estratégicas que impliquen la atención a sus demandas, entonces vuelve ese círculo vicioso de abandono - desocupación - exclusión social. 

Pese a todo, tenemos que reconocer no solo en este día, sino por siempre que nuestra juventud tiene su lucha que le embarga, su dignidad que se enfrenta a la vida, su placentero sentir de alegría e ilusionada emoción, en la vida puede cometer errores, pero no puede perder su esperanza, sus anhelos, su energía, su pasión para hacer con optimismo lo bien que sabe hacer.