Editorial

EL DIÁLOGO ROMPE LA BARRERA DE VER, OÍR Y CALLAR… 

Esperamos que esta clase de reuniones sirvan de ejemplo aleccionador de las demás organizaciones de base y se impulse siempre para recibir de parte de las autoridades informaciones precisas, las que motiven a esclarecedores debates y a serios compromisos que cumplir y no sean meras y cansadas exposiciones, sino que, de cada reunión, se obtenga importantes conclusiones que coadyuven a cimentar el progreso y desarrollo del pueblo con fe y optimismo.
Redacción RI

Ayer, decíamos que, “echar una mirada hacia atrás puede resultar tan importante para que se comience avizorar el futuro, pues las exigencias del presente obligan a SOPESAR hacia nuevos rumbos”, en ese contexto la ciudadanía recuerda que hace varios años y con frecuencia, los alcaldes convocaban a cabildos abiertos para que el pueblo se entere de su labor y qué mejor ocasión para que el mismo pueblo haga conocer sus inquietudes, plantee sus puntos de vista con la tendencia de mejorar las cosas, más no eran oportunidades para dar rienda suelta a pasiones ocultas o de repente para que se traten asuntos domésticos que carecen de importancia y de elemental trascendencia. 

Esa sensata actitud asumida por los alcaldes de aquella época, poco a poco, ha ido dejándose de lado, pese que la Ley Orgánica de Municipalidades, estipula la participación ciudadana… Ahora, como arte de magia, va cambiando las cosas y es la ciudadanía, a través de sus organizaciones, la que convoca, a fin de que la autoridad edil dé cuenta del balance económico y administrativo institucional. 

Toda la vida, la población quiere que se sienta escuchada y, en igual de derechos, sus problemas sean solucionados, puesto que, a través del diálogo, la autoridad pueda saber de primera mano qué es lo que quiere la ciudadanía y pueda gobernar adecuadamente. 

Se tiene que comprender que el diálogo es un espacio de decisión, tiene valor público y generador de valores, crea consensos entre la sociedad y la autoridad por eso debe ser viable, pues no hay identidad, ni convivencia, ni formas democráticas, si no hay diálogo, el que debe estar imbuido de objetivos específicos y prácticos que permita opinar sobre la labor de las autoridades y sus funcionarios, incluso, de los directivos de las organizaciones sociales y populares. 

En el diálogo con el pueblo se informa, se debate y se asume compromisos tendientes a resolver problemas y evitar conflictos sociales, y lo trascendente está que la atención a las necesidades crea y profundiza la confianza entre los distintos actores, fortalece la democracia, genera al mismo tiempo un valor público donde se refleja las mejores decisiones de bien común y promueve una cultura de interacción entre la población y las autoridades o representantes de la instituciones cimentado en el respeto, la tolerancia, la sinceridad y el reconocimiento de los derechos humanos. 

Ayer en el barrio Niño Dios, a iniciativa de las bases afiliadas al Comité de RR UU de Cutervo, tuvo lugar la reunión a la que se le citó al alcalde, Raúl Pinedo Vásquez a fin de que dé a conocer el balance de su gestión por lo que se espera cumpla sus compromisos y asegurar el cumplimiento de sus promesas que sus electores y el pueblo no dejan de recordarle. 

Pese a no haber satisfecho cabalmente a todas las expectativas esperadas, las RR UU con la reunión de ayer, han roto la indiferencia y el conformismo y cuando estos comportamientos se convierten en mal endémico resulta peligroso, mucho más, si no se asume con la debida responsabilidad el rol que nos compete dentro de una sociedad a la que todos nos debemos y por la cual luchamos. 

 Con la convocatoria de ayer, motiva a romper esa actitud de ver, oír y callar que desalienta y limita el avance de nuestro pueblo; esta cita impulsa a la ciudadanía a cuestionar (oportunamente) cualquier atisbo de engaño, de corrupción, del fácil acomodo, de los favores políticos, de mancillar dignidades y de cuánta flaqueza humana más que nos llevarían a la incertidumbre, al malestar y al descontento social. 

Entonces, por respeto que merece el pueblo, es momento que las autoridades que conducen a las entidades rectoras del destino de Cutervo informen (a tiempo) de su labor que vienen cumpliendo y, como consecuencia lógica, sea motivo de análisis crítico y sereno que permita cambiar rumbos cuando estos no se enmarcan en los cánones de una positiva labor o (también) mantener aquellos que aseguren mayores éxitos… esa actitud frecuente de evadir y de relegar o ningunear a la ciudadanía se tiene que superar y hablar con el lenguaje de la verdad, pues, no hay por qué temerlo al pueblo, si se actúan con honestidad en sus acciones y sinceridad en cada uno de sus gestos. 

Esperamos que esta clase de reuniones sirvan de ejemplo aleccionador de las demás organizaciones de base y se impulse siempre para recibir de parte de las autoridades informaciones precisas, las que motiven a esclarecedores debates y a serios compromisos que cumplir y no sean meras y cansadas exposiciones, sino que, de cada reunión, se obtenga importantes conclusiones que coadyuven a cimentar el progreso y desarrollo del pueblo con fe y optimismo.