Editorial
GESTOS NOBLES QUE DEBEN SER CLAROS

Gestos Nobles que Deben Ser Claros
Cada año, el Día de la Madre reúne en un reconocimiento colectivo a las mujeres que, con su amor y sacrificio, sostienen el tejido de nuestras familias y comunidades. En este contexto, las instituciones públicas y privadas despliegan iniciativas para honrarlas, desde actos protocolares hasta la entrega de obsequios como las tradicionales canastas. Estos gestos, cuando se realizan con autenticidad, son un símbolo de gratitud que fortalece los lazos entre la ciudadanía y sus autoridades. Sin embargo, la nobleza de una acción no radica solo en su intención, sino en la transparencia con la que se ejecuta.
La Municipalidad Provincial de Cutervo, fiel a la costumbre, organizó un sorteo de canastas que congregó a numerosas madres en un ambiente de celebración. La actividad, en principio, fue bien recibida, pues reflejaba un esfuerzo por valorar el rol de las homenajeadas. No obstante, un hecho posterior empañó este acto de aparente generosidad: al día siguiente, un grupo de funcionarios fue visto retirando unas 70 canastas del estadio municipal sin ofrecer explicaciones claras sobre su destino. Este suceso, que rápidamente se difundió en redes sociales, desató una ola de indignación y desconfianza entre los ciudadanos.
La opacidad de esta acción plantea preguntas inevitables. ¿Por qué no se informó públicamente sobre el manejo de las canastas sobrantes? ¿Cuál era el propósito de trasladarlas en un momento que parecía deliberadamente discreto? La ausencia de respuestas no solo alimenta sospechas, sino que erosiona la credibilidad de la gestión municipal. Como bien señala un antiguo adagio, “no hagas cosas buenas que parezcan malas, ni malas que parezcan buenas”. En un contexto donde la confianza en las instituciones públicas ya es frágil, cada decisión debe estar respaldada por una comunicación abierta y honesta.
La transparencia no es un lujo, sino una obligación de quienes ostentan cargos públicos. Los gestos nobles, como la entrega de canastas, pierden su valor si se ven envueltos en dudas sobre su ejecución. La ciudadanía no solo espera acciones que beneficien a la comunidad, sino también que estas se realicen con integridad y a la luz del día. Si las canastas retiradas tenían un destino legítimo —como su distribución a sectores vulnerables o su almacenamiento para futuros eventos—, una explicación clara y oportuna habría evitado el malestar generalizado.
Este incidente nos invita a reflexionar sobre el tipo de liderazgo que deseamos. Las madres, a quienes se dedicó esta celebración, merecen mucho más que obsequios: merecen el respeto de una gestión que actúe con rectitud y que rinda cuentas sin titubeos. La comunidad, en su conjunto, exige lo mismo. Por ello, instamos a las autoridades a esclarecer los hechos, no con evasivas, sino con hechos concretos que restablezcan la confianza perdida.
Que este episodio sirva como lección para que los gestos nobles no solo sean bienintencionados, sino también incuestionables. Porque la verdad, como las madres, es el pilar de toda sociedad que aspira a ser justa y digna.
Por: José Matta Guerrero
#RadioIlucán #Cutervo #Cajamarca #Comentario #Editorial