Editorial

“GLORIA ETERNA A UN MARTIR DE LA SALUD” … 

El DR. RICARDO ANTONIO SERRATO MAZA, ahora, conforma la memorable lista de mártires que inmolaron su vida en consecución de su deber, por lo que el país entero lo agradece y su nombre hará perdurar en la gloria eterna. 
Redacción RI

A Cutervo, especialmente a la población asegurada y quienes tuvimos la suerte de conocerlo al DR. RICARDO ANTONIO SERRATO MAZA, Los ha conmovido y lamenta su deceso, acaecido, ayer, en Lima, luego de 10 días de lucha contra la cruel enfermedad del coronavirus….  Él fue derivado al Hospital de Ate Vitarte el 28 de agosto pasado para ser atendido, luego que fuera prescrito con el CIVID, complicándole a los pocos días su estado de salud, causándole su muerte 

Hoy, descansa en paz y goza la gloria de Dios en el sagrado lugar donde están los “llamados y los escogidos” por nuestro Señor… Nuestras sentidas condolencias a todos sus familiares y Personal de Salud. 

Gloria Eterna a los médicos caídos por cumplir su deber en la lucha por la defensa de la salud pública como exclaman sus colegas: “Cuando un médico muere, nunca muere” y, parafraseando lo que dijera el francés, ganador del Premio Nobel de Literatura, François Mauriac, “La muerte no nos roba los seres amados. Al contrario, nos los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo…”. 

El DR. RICARDO ANTONIO SERRATO MAZA, prestó sus servicios en el Centro Médico de EsSalud, un joven profesional que ha hecho lo que él creyó, con su deber de cautelar la salud de este generoso pueblo… Junto a su profesionalismo resaltamos su mano sincera extendida al encuentro de sus amigos y a la confianza de compartir con espontaneidad buscando, siempre, el bien común por encima del interés personal dándole sentido a la vida. 

En un lapso, aproximado, de 7 años, entre 2001 al 2007, fue suficiente para ganarse el afecto del pueblo por su diligente atención y la sencillez de su corazón, por su altruismo y por su vocación de servicio que lo llevó por dentro… Se lo recuerda como el amigo alegre, noble y ávido de ayudar con todo, lo que él pudiera, aleccionador ejemplo para quienes la suerte de cnocerlo…  

En aras de superación profesional fue trasladado a la región Lambayeque, habiendo en laborado en EsSalud de Ferreñafe, luego en el Hospital Almanzor Aguinaga de Chiclayo, y a solicitud suya al Hospital Regional del Ministerio de Salud, de la misma ciudad, ocupando la Jefatura de la Especialidad de Urología, y en defensa de la vida su abnegada labor la ubica en primera línea, en la heroica batalla contra el coronavirus. 

El DR. RICARDO ANTONIO SERRATO MAZA, ahora, conforma la memorable lista de mártires que inmolaron su vida en consecución de su deber, por lo que el país entero lo agradece y su nombre hará perdurar en la gloria eterna. 

Él, junto a sus colegas, bregó en esta dura batalla desprotegido y víctima del precario sistema de salud legado por gobiernos corruptos que abandonaron al sector, una de las causas de la alta letalidad del COVID – 19 en el país…  

Su deceso, no es una cifra más en la larga lista de fallecidos, es la suma de nuestros “héroes caídos” en la guerra contra un enemigo silencioso y común, él dedicó su sacrificio al servicio de la salud pública sin importarle el peligro que pudo haber, incluso, de sus familiares, al estar en contacto con pacientes del virus. 

Su propósito, en este cúmulo de esfuerzos, era contribuir con un grano de arena para frenar la multiplicación de este mal que tiene a sus mejores aliadas: la indolencia, la insensibilidad y la irresponsabilidad de mucha gente que hace lo que le viene en gana y toma por broma la realidad que el país atraviesa, donde cada día hay más contagiados y más muertos. 

El Perú, después de Méjico y Brasil es el tercer país de Latinoamérica con más médicos fallecidos, con 166 y 3 mil 658 médicos contagiados… el coronavirus continúa capturando valiosas vidas, dejando en el dolor y la orfandad a muchas familias… 

Entonces, la sociedad tiene que comprender que la vida de los médicos y, de todos los conformantes del Personal de Salud, está colmada de angustias por estar pasando la mayor parte de su tiempo luchando contra la muerte, pero pese a todo, siguen combatiendo como verdaderos herederos del inmortal legado de Daniel Alcides Carrión, aunque eso no basta, se espera que el Gobierno opte por nuevas estrategias para enfrentar al virus, sino, seguiremos perdiendo más médicos y más profesionales de la salud…  

No se puede ser ingrato a quien en su momento nos devolviera la vida y nunca dudó estar con todos sus pacientes… Gloria eterna al DR. RICARDO ANTONIO SERRATO MAZA y demás médicos caídos en la lucha por la salud del pueblo… ¡Cuando un médico muere, nunca muere!