Editorial

MIREMOS DE CERCA AL PEQUEÑO AGRICULTOR…  

El país está ad portas de cambio de gobierno, se espera que éste, mire de cerca a la gente que está en el campo, que tenga voluntad política y con conocimiento de causa mejoren el neurálgico tema agrario, las disposiciones desde el pupitre no funcionan, se necesitan salidas concretas e integrales, pues, las propuestas expuestas en el debate técnico de los equipos de ambos candidatos presidenciales fueron insuficientes para las expectativas del campesinado…
Redacción RI

Al país debe haberle quedado la sensación de que el debate entre los representantes de los equipos técnicos de Perú Libre y Fuerza Popular tuvo más puyazos que propuestas, los planteamientos de gobierno de ambos lados se desenvolvió en medio de ataques verbales. En el tema: RECUPERACIÓN ECONOMICA Y REDUCCION DE LA POBREZA”, que está inmerso la agricultura, solo se habló de generalidades. 

Hace más de un año que nuestro país sufre ante la presencia del coronavirus y es un tiempo, más que suficiente, para recapacitar sobre el verdadero valor que el Estado debe darles a los pequeños agricultores, precisamente, en medio de esta pandemia que nos está dejando pobreza y dolor, comprendiendo que los hombres y las mujeres del campo cumplen un meritorio rol que evita el desabastecimiento de productos de primera necesidad en las ciudades. 

El aislamiento social que se impulsó con el fin de frenar el nuevo coronavirus agudizó la situación de nuestro campesinado… Esta pandemia nos ha hecho ver, una vez más y de la mejor manera, cómo los políticos se aprovechan de las necesidades del pueblo y cuando llegan a ser gobierno, se olvidan y lo abandonan a su suerte, como sucede en los servicios de salud, educación y agrario, como si nuestros campesinos no existieran, los políticos solo se acuerdan de ellos en tiempo de elecciones porque necesitan sus votos, allí, el campesino es el “hermano” por doquier. 

Si los sucesivos gobiernos hubieran tenido voluntad de apoyar al campesinado deberían haber agendado políticas públicas para la pequeña agricultura, pues, eso es lo que más les falta a los cerca de 2 millones y medio de pequeños agricultores que, a través del tiempo, se encuentran desatendidos…  

Es inconcebible que las grandes empresas sean beneficiarias de jugosos créditos y con muchas facilidades; mientras que los pequeños agricultores para acceder a un crédito se les exige una serie de requisitos que no van de la mano con la realidad y le es difícil cumplir, viéndose obligados acudir a las cajas municipales y otras financieras donde cobran altos intereses con el riesgo de embargos en caso de incumplir el plazo dado…  

Los beneficios del pregonado programa “Reactiva Perú Agrícola” que podrían haber atenuado a la crítica situación de los pequeños agricultores, no llegaron, solamente, se escuchó por noticias que les causó desesperanza; puesto que, las transferencias de presupuestos al Ministerio de Agricultura solo favorecieron a 14 mil empresas agrarias y que, según sus directivos, fueron insuficientes.  

Además, los bonos: “Bono 380”, “Bono Independiente” y el “Bono Rural”, destinados a las familias consideradas en los niveles de pobreza y pobreza extrema pobreza, no logró su objetivo ya que no llegaron a los sectores más pobres y que, realmente, lo necesitaban. 

Por otro lado, desde hace tiempo, se reclamó a las autoridades correspondientes la compra productos frescos a los agricultores de su zona, a fin que no pierdan en sus cultivos, pedido que solo quedó en promesas, volverán las campañas políticas y seguirá siendo promesas… 

Entonces, el Estado tiene que cambiar de visión acercarse más al agricultor para comprender su realidad en que vive, las directivas de escritorio no valen nada si no guardan relación a sus necesidades, siendo necesario programas concretos, como: facilitar préstamos a bajos intereses, mejoramiento de semillas, mejoramiento de suelos ante la degradación a causa de los productos químicos, promover capacitación técnica con el seguimiento que el caso lo requiere y, lo que es más, asegurarles el mercado para evitar que sus productos se malogren o los intermediarios se aprovechen de la necesidad de los agricultores. 

A estas propuestas se debe agregar los proyectos productivos, las campañas de reforestación con participación intersectorial, así como, la construcción de canales de riego e impulso del programa “Cosecha de Agua” con pozos provistos de materiales para su conservación y uso a diferencia de los promovidos en la actualidad que, en su mayoría, “no sirven para nada”, según indican los propios agricultores.   

El país está ad portas de cambio de gobierno, se espera que éste, mire de cerca a la gente que está en el campo, que tenga voluntad política y con conocimiento de causa mejoren el neurálgico tema agrario, las disposiciones desde el pupitre no funcionan, se necesitan salidas concretas e integrales, pues, las propuestas expuestas en el debate técnico de los equipos de ambos candidatos presidenciales fueron insuficientes para las expectativas del campesinado…