Editorial

NUEVAS DECISIONES QUE EXIGEN ESFUERZO Y PRUDENCIA 

Es importante considerar que, los evidentes resultados de la pandemia nos obligan mejorar nuestro comportamiento personal, nos emplazan a ser consciente de la realidad, a ser sensibles y solidarios, las circunstancias exigen (de todos) esfuerzo y prudencia.
Redacción RI

NUEVAS DECISIONES QUE EXIGEN ESFUERZO Y PRUDENCIA 

El gobierno ha decidido optar medidas dándole prioridad a la salud y la vida sin descuidar la economía de las personas argumentando que la salud y la economía deben caminar de la mano, en ese sentido, a partir de hoy, aunque con aforos reducidos, se reabren los negocios. 

El país recuerda con desagrado sobre la suspensión de algunas actividades económicas que afectó, principalmente, a las personas pobres y pobres extremos, por lo que optaron salir a las calles a RECURSEARSE para llevarse algo a sus hogares poder sobrevivir, situación que acrecentó la informalidad y con el desacato de los protocolos de bioseguridad aumentó el número del contagio con la perdida de valiosas vidas humanas.  

La respuesta del Estado para encarar a la crisis no fue suficiente, puesto que los programas de alivio y protección para los sectores más vulnerables no lograron sus objetivos y metas, mucha gente fue desatendida, situación que conocen las municipalidades provinciales y distritales. 

La insuficiencia de bonos y de canastas solidarias de alimentos tuvo su aliado, el incremento de precio del balón de gas que martirizó a las amas de casa y el gobierno junto al congreso no dijeron nada; a ello se suma la deficiencia de los servicios básicos como el suministro de agua potable, muchos sectores urbanos carecen de este vital líquido elemento por días o por buen tiempo y las municipalidades tardan o no pueden atender esta esencial necesidad. 

Agudos problemas que no solo se ubican en la ciudad, sino también en la zona rural, el sector agrario está devastado por la crisis económica y la pandemia le ha generado más pérdidas y, peor aún, si se le cerró (en prevención de más contagios) sus plazas pecuarias quebrando la cadena alimentaria en la población, las que vuelven a funcionar a partir de la presente semana, lógicamente, siguiendo las medidas sanitarias. 

Con el antecedente de que “hay una ligera tendencia a la baja de contagios y que la gente necesita qué comer”, se reapertura los negocios en los centros comerciales, restaurantes, entre otros, aunque con ciertas restricciones aparece una luz de esperanza llena de expectativas y deseos que, en algo, puede cambiar la realidad del presente acosado por una crisis en todos los frentes, crisis que sigue poniendo a prueba a un endeble Estado y a la sociedad que reclama capacidad de respuesta urgente y eficaz con medidas correctas y con amplia  solidaridad humana con los sectores más vulnerables, con las personas que están bajo la economía informal, con las personas con discapacidad y con los millones de peruanos marginados que, durante todo el tiempo, pagan altos costos por el olvido y la marginación, esperándose que el programa “Trabaja Perú” promovido por el Gobierno atenúe, en algo, esta dura situación. 

No olvidemos que la corrupción, las crisis económica, social, política y sanitaria, esta última agravada por la pandemia, nos están dejando huellas muy profundas y es preocupante que para este nuevo proceso electoral los planteamientos de la mayoría de políticos “no son más de lo mismo” ante los grandes desafíos del país, los que exigen sistemas urgentes de protección social con políticas públicas que garanticen una vida digna para todos los peruanos, con iguales derechos en el acceso a la educación, salud, vivienda y alimentación, solo así diríamos que vamos a salir de estas dificultades que devienen desde los inicios de nuestra vida republicana.  

No porque se ha suspendido la cuarentena se afirme que ya se venció al COVID, al contrario, se hace un llamado a la población a continuar respetando las medidas sanitarias y de inmovilización social y como la región Cajamarca está ubicada en el Nivel de alerta alto el toque de queda es desde las 10 de la noche hasta las 4 de la madrugada del siguiente día.   

Es importante considerar que, los evidentes resultados de la pandemia nos obligan mejorar nuestro comportamiento personal, nos emplazan a ser conscientes de la realidad, a ser sensibles y solidarios, las circunstancias exigen (de todos) esfuerzo y prudencia.