Editorial

¿TODOS TIRAMOS LA TOALLA PORQUE LA VIDA NO VALE NADA? 

Puede pensarse que, el título de nuestro editorial, es alarmante y haría a cualquier persona de bien perder la calma, la paciencia y el gran valor que tiene para afrontar esta crisis… Nada de eso, sino que nos motiva buscar conciencia y reflexionar de lo que viene sucediendo… 
Redacción RI

Puede pensarse que, el título de nuestro editorial, es alarmante y haría a cualquier persona de bien perder la calma, la paciencia y el gran valor que tiene para afrontar esta crisis… Nada de eso, sino que nos motiva buscar conciencia y reflexionar de lo que viene sucediendo… 

La provincia de Cutervo, ocupa el 5° lugar en el número de contagiados, pero en 3° lugar en fallecidos en la Región Cajamarca, datos estadísticos que las autoridades de salud deben tenerlo en cuenta para asumir medidas adecuadas que, a diario, reclama la población…  

Como provincia, Cutervo distrito se acerca a los 1100 contaminados y, lamentablemente, 27 fallecidos, pero vale la pena felicitar a los distritos de Toribio Casanova y Cujillo donde su gente hace todo lo posible para no contagiarse, comportamiento ciudadano que debe servirnos de ejemplo y digno de tomarlo presente….  

Nos ratificamos en decir que siempre opinaremos por el bien social, que los paradigmas de concientizar, prevenir y sensibilizar deben revertir el nivel de indolencia de un sector de personas ensimismado en su egoísmo siguen atentando a la salud pública. 

Es preocupante que, todos los días, se informe el incremento de contagiados y, pese a las medidas que prohíben la realización de toda clase de reuniones sociales y familiares, en Cutervo prosiga…  

Constantes denuncias testimonian que, adolescentes y jóvenes alquilan viviendas particulares o van al lugar denominado El Mirador para reunirse, ya que, allí no hay vigilancia ni control, lo mismo que aficionados de peleas de gallos adecúan viviendas para disfrutarla. 

En esta deplorable actitud no se puede esconder las reuniones por aniversarios de ciertas instituciones públicas, de bienvenidas o despedidas, cumpleaños o cualquier motivo social, de los que nunca faltan y, lo peor de todo, dejan de lado el uso de sus mascarillas y el distanciamiento debido. 

Quienes organizan estas cuestionadas actividades, en pleno COVID, aducen que lo hacen con su dinero o son libres para hacer lo que les viene en gana, pero en el fondo afecta la salud de los demás y rompen toda clase de protocolos creyéndose que “todo lo saben y todo lo pueden” …. 

Algo similar sucede en los mercados itinerantes, especialmente, de la zona rural donde comerciantes y consumidores que pasan por desapercibido las medidas establecidas, siendo necesario que allí se haga presente la autoridad. 

En el Perú hay personas muy responsables que se esfuerzan por cuidarse a sí mismas y de sus familiares y hacer de su pueblo, el mejor; pero la desidia frente al bien común hace que haya otras, ostentadas en su exagerado egoísmo del “sálvese quien pueda”, el “tú mismo eres”, el “pasar piola”, “el bacán”, “el más, más”, o que “la vida continúa y hay que gozarla”, etc. hace que la obediencia, el orden y el respeto a la ley y a la vida sea otra historia…  

De lo que se deduce que, en el país impera una cultura del espíritu transgresor, el que ha llegado a todo nivel socio-económico y “está a rienda suelta” por falta de control de la autoridad competente…  

El Perú, es un país que desde tiempo atrás, sigue golpeado por la corrupción y con la pandemia agravó más su situación, acrecentándose mayores índices de pobreza, de desocupación, de hambre, etc. y por el coronavirus mucha gente se está desapareciendo como resultado de la falta de atención sanitaria y, también, por la complicidad de la gente que, muchas veces, actúa con irresponsabilidad…  

 “La palabra convence, pero el mal ejemplo arrastra”, aunque “no queremos colocar en el mismo saco a todas las autoridades”, sin embargo, allí se suma su mayoría al pasar por alto o participar de estos actos deplorables que, no hacen más que, contribuir a que “la gente esté a su suerte” y “la vida no vale nada”.  

No solo estamos en crisis sanitaria y en crisis económica, sino también, en crisis cultural e institucional, cruda realidad que requiere el esfuerzo de todos para superarla y entender la magnitud de este desafío para evitar el desborde o el creciente relajo de nuestra sociedad… O es que ¿TODOS TIRAMOS LA TOALLA PORQUE LA VIDA NO VALE NADA?