UN ALIVIO ANTE TANTA DESGRACIA 

Luego de once meses de espera y en medio de gran expectativa llegó el primer lote de vacunas del laboratorio chino Sinopharm para frenar el COVID-19, para el proceso de vacunación que se dio inicio esta mañana contra un mal que nos está dominando, una cruzada que será una tarea larga y difícil, pero con la promesa del gobierno que nadie quedará sin vacuna. 

De acuerdo a lo previsto, el primer inoculado fue el médico intensivista Josef Vallejos, Jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Loayza quien se sintió muy complacido sabiendo que, “hoy, es un día que marca la historia en lo que significa la lucha contra la pandemia”; esta causa noble se inició, paralelamente, en otros establecimientos de salud de Lima y Callao. 

A partir de hoy, el Perú escribe un nuevo capítulo de su historia al dar apertura a la tan anhelada campaña de vacunación contra esta enfermedad, cuyo impacto es inmenso en nuestra patria y en el mundo, pero con la unidad, el esfuerzo y la participación de todos los peruanos podremos revertir este triste episodio llevando (sin contratiempos) el proceso de inmunización. 

Los gobiernos regionales tras la llegada del primer lote de la vacuna, agilizan su labor para empezar la campaña de inmunización contra el COVID en sus respectivas jurisdicciones,  según el MINSA, la inmunización en provincias será un día después de la llegada las vacunas y de manera progresiva… se calcula (optimistamente) que no se dilatará más de 10 días donde participarán un promedio de 1.000 vacunadores a nivel nacional; ya que gracias a estas vacunaciones en lo posterior ya se estará hablando de la “inmunidad de rebaño”. 

Las vacunas es “un alivio ante tanta desgracia”, por eso es que la población considera de urgente y necesaria su llegada y ve con esperanza y optimismo la jornada de inoculación porque va a reducir el número de casos y de hospitalizaciones, con ello se ha evitar el fallecimientos de nuestros seres queridos, en tal sentido, se le pide al Gobierno siga negociando con todos los laboratorios que se ha firmado los acuerdos de compra y se reciba, lo más pronto posible, los nuevos lotes de vacunas, dejando de lado, los nuevos anuncios de confrontación entre los poderes del Estado. 

Se espera que, durante la campaña de vacunación, no se presenten dificultades ni alguien se aproveche de su poder y no respete el orden de prioridades, como también, las autoridades deben estar advertidas porque pueden surgir mafias que buscan estafar a la población con vacunas falsas o adulteradas, pues, en esta dura batalla todos sumamos y nadie puede fallar.  

De otro lado, la población debe tenerlo bien claro que el arribo de las primeras 300 mil vacunas no pone fin a la pandemia, seguimos en peligro mientras no seamos vacunados, por lo que, no debemos estar confiados, siendo necesario continuar con los protocolos de bioseguridad, manteniendo el distanciamiento social, el frecuente lavado de manos, el buen uso de mascarillas, evitar reuniones, etc. por ser la mejor manera para defenderse del COVID, pues si no nos cuidamos y nos contagiamos del virus, se tendrá que esperar más tiempo para que podamos recibir la vacuna. 

Mostramos nuestra confianza en los recientes acuerdos tomados por el Comando Provincial de Operaciones COVID – 19 y la Asamblea de Alcaldes Distritales y creemos que se cumplirán con rigor, de esta manera, encauzar las medidas sanitarias… no se trata de preocupar a la población, pero sí, es necesario señalar que continúa en aumento el número de infectados tanto en la zona urbana como rural por las causas que todos conocemos. 

También es importante que las autoridades tomen en cuenta y con seriedad las denuncias diarias que se propalan por los medos de comunicación sobre actos de desobediencia y desacato a las disposiciones establecidas, puesto que, cualquier mutismo afecta a la salud de la población…  

Es hora que autoridades y ciudadanos comprendan que se está luchando contra un enemigo común, invisible y silencioso y no se puede bajar la guardia, los médicos nos indican que estamos en el peor momento de la pandemia donde el personalismo y la apatía siguen contribuyendo a episodios asombrosos y, aunque esto suene a estribillo, tenemos que reiterarlo para protegernos todos, solo así, poder evitar más desgracias que lamentar.