Editorial

UN HOMENAJE DE REIVINDICACIÓN… 

No dudemos que los grandes cambios estructurales empiezan por el sector agrario, entonces, es tiempo de darle el verdadero sitial que se merece y que sin escatimar esfuerzo lucha por sobrevivir y afianzar esa capacidad emprendedora que el Estado lo ha postergado y lo sigue postergando al no escucha sus reclamos… En efecto, que este homenaje sea una reivindicación con nuestros campesinos… 
Redacción RI

Hoy, es el Día del Campesino, más allá de la historia de su denominación enaltecida desde hace 52 años por el gobierno de Juan Velasco Alvarado, en el marco de la promulgación de la Reforma Agraria y que, anteriormente se festejara como Día del Indio… este 24 de junio, millones de hombres y mujeres del campo reciben su efeméride devastados por la crisis económica empeorada por la pandemia, habiéndolas generado altas pérdidas económicas dejando, a su mayoría, al borde la quiebra, debido que no tienen la manera cómo enfrentar sus campañas agrícolas lo que pone en riesgo el abastecimiento alimentario al país.  

Aproximadamente, el 80 % del campesinado son pequeños agricultores, quienes muestran su descontento al no ser beneficiarios de los programas para impulsar a la agricultura, como el caso de Reactiva Perú, Arranca Perú, Agro Rural que solo hay privilegios, evidenciando la poca seriedad del gobierno, siendo una mecida más al sector agrario.  

Quizás sea, esa, la razón, por la cual, este 24 de junio, nuevamente, nuestro campesinado casi nada tendrá que celebrar puesto que, aún, los sucesivos gobiernos no han tenido la capacidad de solucionar sus dramáticos problemas, pese a los reiterados reclamos al acceso de créditos, pues, nuestros campesinos no quieren regalos ni dádivas, sino financiamiento para sus cultivos y asegurar el alimento del país.  

El sector agrario es quien sufre en carne propia los efectos de la naturaleza, si hay sequía no pueden sembrar y si se acentúa las lluvias sus productos se pudren; hasta el momento no hay voluntad política de los gobiernos locales, regionales y nacional para solucionar sus problemas y, lógicamente, son olvidados y abandonados a su suerte.  

Nuestros pequeños agricultores, es otro sector más vulnerable del país, situación que va a obligar al Estado a gastar más dinero en programas asistencialistas, antes que tener la capacidad de promover medidas de solución, pese que la Constitución señala que el Estado debe apoyar, con preferencia, al desarrollo agrario…  

Esta realidad nos hace percibir que, cada aniversario, el campesinado no expresa esa alegría y expectativa como debería ser, más bien muestra su indignación por el absurdo proceder del Estado al mantenerlo desprotegido a la agricultura sin considerar que esta actividad tiene gran importante social al generar la mayor cantidad de mano de obra en el país. 

Entonces, ya no se trata solo de lanzar loas, floridos discursos o halagos en el Día del Campesino, sino, es momento que el gobierno nacional, los gobiernos regionales y las municipalidades, atiendan a tiempo con programas serios que no solo se le echen de menos en campañas políticas o cuando lo necesitan para defender los intereses de alguna autoridad o de algún político que, al final le sacan la vuelta o lo dejan de lado. 

El Estado tiene deudas pendientes a nuestros campesinos como la culminación del saneamiento y titulación de sus predios, el acceso a créditos financieros, la capacitación técnica,  la seguridad de mercadeo de sus productos sin intermediarios y acopiadores, la protección de su salud y alimentaria, el control al comercio ilícito de  fertilizantes y demás insumos agrícolas, impedimento de la contaminación del medio ambiente, impulso a la agricultura y  evitar las migraciones a las ciudades, especialmente, de jóvenes por las altas pérdidas económicas… 

Tenemos que considerar que, a más de año y tres meses de pandemia del COVID – 19, que vive el país, son nuestros campesinos los que vienen sosteniendo la vida y la alimentación de todos los peruanos y peruanas; sin embargo, hasta el momento, no han recibido el apoyo necesario, entonces, corresponde hacer una evaluación sobre la situación del sector agrario y, mucho más en esta Día, en el cual, hombres y mujeres del campo y los gremios agrarios esperan con cierta esperanza el mensaje del Presidente de la República con algún ánimo de reivindicación para este mayoritario sector porque ya no es suficiente los saludos, los discursos  que, en el fondo, son palabras huecas que carecen de significado.  

El Día del Campesino que, a decir, se rinde homenaje a los millones de hombres y mujeres del campo quienes, de manera relevante, labran la tierra, reviste una fecha de gran trascendencia histórica, social y cultural para la patria, pensando que es el sector que define las grandes proyecciones para el crecimiento económico del país y que mediante su labor diaria forjan su futuro con sacrificio y esfuerzo, pese a ser olvidados. 

No dudemos que los grandes cambios estructurales empiezan por el sector agrario, entonces, es tiempo de darle el verdadero sitial que se merece y que sin escatimar esfuerzo lucha por sobrevivir y afianzar esa capacidad emprendedora que el Estado lo ha postergado y lo sigue postergando al no escucha sus reclamos… En efecto, que este homenaje sea una reivindicación con nuestros campesinos…