Editorial

VORACIDAD DE TELEFONICA DEL PERU 

La posición de Cutervo debe motivar a que el país tome conciencia de los abusos que viene cometiendo esta empresa... 
Redacción RI

Telefónica es una empresa transnacional de telecomunicaciones cuya sede central está en España, es la más importante en Europa, ha extendido el mercadeo de sus productos y servicios en América… Movistar, es su filial en el Perú como resultado de la privatización de Entel por obra y gracia del ex dictador Alberto Fujimori, quien nos engañó que tenía el plan de mejorar los niveles de vida del país y convertirnos en “el tigre andino del desarrollo”. 

Como se recuerda Entel, empresa nacional se vendió y se convirtió en una expresión de injusticia, tan igual como las demás empresas transnacionales que existen en el país que succionan nuestros recursos mineros, hidrocarburos, energéticos, etc. llevando al Perú a la pobreza, delincuencia y otros males sociales, incluso, hasta la muerte. 

Telefónica llegó a Cutervo disfrazada de “manso cordero”, lo tomó la cima del Cerro Ilucán por ser un lugar estratégico por su ubicación y su altura para la telecomunicación nacional e internacional, pese haber sido declarado por el Ministerio de Agricultura como reserva natural intangible. 

La polémica instalación de su antena en el indicado lugar ha depredado el área, sin tener en cuenta que, allí, fue el asentamiento de nuestra cultura la que nos da identidad y orgullo por representar nuestra historia que debe mantenerse incólume. 

Telefónica, sigilosamente ha construido un muro perimétrico para proteger su antena destruyendo, aún más, los restos arqueológicos, sin permiso de la Municipalidad ha izado postes de alta tensión en dicho lugar, actitud que ha generado extremada indignación de las autoridades y la población. 

Prestos a esta deplorable situación la comuna provincial, encabezada por el alcalde, Sr. Raúl Pinedo y directivos de las Rondas Urbanas concurrieron al lugar y derribaron los postes, la autoridad edil prometió denunciar penalmente a Telefónica y exigirle que reubique sus antenas a otros espacios de su propiedad, reclamación que refuerza las RR UU, las que coordinará con las RRCC, FEDIP, organizaciones socio-culturales y al pueblo general para fortalecer esta justa demanda en defensa de nuestro patrimonio histórico.  

La decisión asumida es loable y reconocida públicamente y será un aleccionador ejemplo para el Perú cómo se actúa cuando se trata de una causa noble de defender nuestros derechos y amparar la heredad que la naturaleza y la historia nos reservaron, por lo que se espera una respuesta inmediata del Ministerio de Cultura ante este nuevo atropello, pues, su misión de esta institución es realizar acciones de conservación y protección del patrimonio cultural. 

Pero esta situación no será la única y tenemos que estar preparados también, ya que el Estado está privilegiando a las empresas de telecomunicaciones para instalar antenas “tipo árbol” en los parques y plazas de todo el país, problema que ha generado la queja de los vecinos. 

Telefónica explota, despiadadamente, con el aval de los gobiernos y parlamentarios de turno, sin tener a quien reclamar, y en este tema están la Defensoría del Pueblo, Ministerio Público y Poder Judicial que, también, no dicen nada. 

Telefónica lleva dinero y nunca deja, los medios de comunicación informan que, es otra de las empresas mimadas del Estado, debe millones de soles de impuestos y por otros conceptos al Perú y cuando intenta cobrarla, amenaza en retirarse y no hay cuando lo cumpla. 

Su voracidad es tal, porque así demuestran las evidencias, porque explota y trafica con la necesidad del pueblo, pues, basta mirar la facturación de pagos y deducir cuántos días de servicio da al mes, teniendo en cuenta, las continuas interrupciones, pues, ni la fibra óptica solucionó el espinoso problema comunicacional. 

La posición de Cutervo debe motivar a que el país tome conciencia de los abusos que viene cometiendo esta empresa... 

Los pueblos son grandes en la medida en que sus hijos creen en su grandeza, Cutervo, pese a las circunstancias difíciles, es un pueblo aspirante a un mejor destino, se ha puesto de pie para salvaguardar sus derechos y jamás bajará la cerviz ante esta clase de hechos, como mejor carta de presentación de nuestros anhelos y nuestros sueños.