Añorando mi Tierra 
Editorial
CON RITOS, SUPOSICIONES Y RESTRICCIONS SE RECIBIRÁ EL 2022…
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Millones de peruanos se preparan para despedir el 2021 y dar la bienvenida el 2022 en medio de restricciones establecidas por el gobierno por la presencia de la variante Ómicron en el territorio nacional. Este 31 de diciembre se recibirá al Año Nuevo (por segunda vez) con toque de queda, sin fiestas, pero sí, con tradiciones y cábalas que auguren un mejor año y con avidez se cumplan todos los propósitos.
Como es lógico, las prohibiciones determinadas han propiciado que esta celebración de fin de año sea una fiesta austera; aunque habrá miles de familias en el Perú que ya lo han vivido antes, sin necesidad de limitaciones.
En estos tiempos de COVID la gente pide (sobre todo) salud para el año próximo y en esta lectura del futuro no es ajena (pese a todo) celebrar la llegada del Año Nuevo saliendo a las calles que sería antes del toque de queda en busca de cumplir su cábala ideal; la mayoría de personas acudirán a las florerías o lugares de venta para conseguir flores que representen la buena suerte, armonía y protección en el hogar.
En esta lista de tradiciones y conjeturas no falta la compra de ropa interior que dependiendo el color que se elija se alcance un deseo, como también, las lentejitas (muy ideales) para traer abundancia y dinero o juntar 12 uvas con la esperanza de que tenga un mejor año, lleno de prosperidad. Y, así por el estilo una serie de ritos y creencias que simbolicen los nuevos augurios.
En ese mundillo de cultos y suposiciones no faltarán las quemas de satíricos muñecos que simbolicen (en unos casos) a personajes de la política, cuyo accionar ha causado indignación en la gente; se espera que, por la contaminación que ocasiona y afecta a la limpieza pública, se dejen de lado.
Es importante subrayar que, tras detectarse el aumento de casos de la variante Ómicron del COVID – 19 en el territorio nacional las autoridades pondrán a prueba su estrictez para hacer cumplir las medidas durante las celebraciones de Año Nuevo y evitar un desborde de infecciones, caso contrario, su labor sería sesgada y cada quien haría lo que le viene en gana convirtiendo la vida social en desorden y anarquismo.
Ante las decisiones del gobierno de que, este año 2022, se reciba en la intimidad del hogar y es fundamental que la población recuerde que el toque de queda es partir de las 11 p.m. hasta las 4 a. m, en ese horario está prohibido salir a la calle y quienes desacaten significa pagar multas, por citar un ejemplo: si la policía te interviene y no llevas tu DNI o te niegas a identificarte tendrás una sanción de 440 soles por desacato a la autoridad.
De otro lado, la norma prohíbe realizar todo tipo de reuniones; eventos sociales, políticos, culturales; celebraciones en restaurantes, bares y otros establecimientos públicos, incluso en locales al aire libre, a nivel nacional, que impliquen concentración o aglomeraciones de personas que pongan en riesgo la salud pública, como también, se prohíbe el consumo de bebidas alcohólicas.
Además, los pasajeros mayores de 18 años solo podrán viajar si acreditan su dosis completa de vacunación o en su defecto pueden presentar una prueba molecular negativa con fecha de resultado no mayor a 72 horas antes de abordar.
Lo que parecía que el festejo por el Año Nuevo ser diferente al anterior, una vez más, esta celebración está opacada por el COVID – 19. Las autoridades de salud nos recomiendan “reunirse con la familia más cercana o con las personas que se comparte todos los días para evitar mayores consecuencias”.
En el contexto de tolerancia y de libertad, nadie está en contra de sus decisiones ni de trabajar para ganar algo y llevarlo al hogar que esta fecha promueve, pero en respeto a nuestra salud y la de los demás, será la razón y la verdad logren imponerse, pues, solo quienes han experimentado los trágicos episodios por el virus podrán narrarnos el dolor y el sufrimiento vividos, aunque el egoísmo y la indolencia no lo entiendan ni respeten que cada ser humano tiene una sensibilidad diferente.
Corresponde (entonces) a las autoridades cumplir sus funciones y a los ciudadanos sin distinción alguna actuar con juicio y sentido común, no relajar las medidas de bioseguridad ni participar en actividades que representen un riesgo latente de contagio y sería un error soslayar la posibilidad de que la llegada de esta variante desencadene otro embate de infecciones masivas que desestabilice el sistema sanitario, pues, estamos ante un nuevo frente de lucha contra la pandemia que nos obliga tomar acciones urgentes con el propósito de cautelar la salud de la población.
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